Mi obscuro velador

Nos habíamos mudado de ciudad por el trabajo de mi papá, la casa en la que vivimos no era agradable…el ambiente era muy pesado pero no le tomamos mucha importancia. Todos los días eran tranquilos ya que no pasaba nada interesante pero habia ocasiones en que yo no descansaba al dormir y era una sensación muy incomoda sin embargo no era algo que me preocupaba demasiado. Un día estábamos mi mamá, mi hermana y yo en el cuarto adjunto viendo la tele cuándo de repente mi perro que se encontraba en las escaleras se puso de pie y comenzó a gruñir con la mirada fija en la habitación de mi hermana y mía y lo peor…específicamente hacia mi cama. Intentando calmarlo le hablábamos para que viniera pero el solo nos volteaba a ver breve mente y con un movimiento rápido volvía a fijar la mirada al cuarto, hasta que comenzó a subir y a caminar hacia nosotras aunque sin dar la espalda a la obscura habitación de alado note que su lomo estaba muy erizado y seguía gruñendo hasta que mi mamá se paró y encendió la luz. Esto fue algo de lo que no hablamos y menos con mi papá que es un escéptico y realmente no es de esos que se espantan fácilmente. Pero un día cuándo mi papá fue al baño por la noche se detuvo a unos pasos de la puerta de mi habitación pasmado, acto seguido saco de un cajón su biblia y comenzó a leer y a orar y cuándo mi mamá le pregunto que sucedía por un momento dudo en contarle hasta que finalmente dijo: -Cuándo salí del baño note algo extraño, vi una figura alta y obscura que miraba a nuestra hija a los pies de la cama.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La moderación de comentarios está activada. Su comentario podría tardar cierto tiempo en aparecer.