Un lamento

Cuando yo era joven mi abuela me pedía que me quedara a dormir con ella en su casa.

 La última vez que me quedé con ella paso algo muy peculiar  y eso fue lo que me basto para no volver a dormir en su casa. Era muy noche cuando me desperté, estaba junto a mi abuela y mi primo pequeño, pues solo había una cama disponible, en ese momento, los perros de todas las casas a nuestro alrededor ladraban y aullaban, entre tanto ruido, a lo lejos, escuche un lamento tan horrible y desesperado que quedé petrificada. 

Después de que cesara todo el ruido cerré los ojos y me quedé dormida, al día siguiente cuando hable sobre lo ocurrido con mi familia que por cierto es bastante supersticiosa me contó una historia en la que ellos vivieron una experiencia similar en la misma casa. Ellos dicen que es «la llorona» pero hoy en día, aunque aún siento el miedo de aquella vez, intento convencerme que solo fue un sueño o una broma jugada por mi familia.

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