El cuerpo del pequeño

Tiempo de lectura: Cerca de 4 minutos.

Soy estudiante de la carrera de medicina, actualmente estoy cursando el tercer semestre.

Muchas personas me preguntan ¿has visto muertos? ¿has practicado con cadáveres? Lo cierto, y para resolver esas dudas, es que eso es bastante común, sobre todo en los primeros semestres de la carrera que es cuando comenzamos a aprender sobre anatomía… ¿qué mejor si es un cuerpo real? para mi eso era algo cotidiano.

La mayoría de los cuerpo son de personas que no fueron reclamadas, sin nombre, ni apellido. Algunos sufrieron alguna enfermedad y otros estaban totalmente sanos, pero un gran porcentaje de ellos concluyó su vida de una manera trágica.

Hace no mucho me quedé en la escuela trabajando con uno de esos cuerpos, eran aproximadamente las 8 de la noche. Tenía que estudiar rápidamente aquel cuerpo, porque no estaba autorizado para quedarme sin supervisión de mi profesor. Lo cierto es que en ocasiones le podemos pedir a otro profesor que esté en la facultad que nos autorice, y él nos da aproximadamente una hora para estudiarlos.

Aquel día estaba muy cansado, no había desayunado ni comido nada; sólo quería terminar rápido para irme a casa. Decidí sentarme a descansar un momento, pues mis ojos se cerraban. De tanto sueño me quedé entre dormido hasta que me desperté por un sonido bastante extraño. Fui a revisar y me di cuenta que quizá el vigilante había cerrado la puerta pensando que  no había nadie. Seguí en mis cosas, comencé a escuchar lo que parecía ser  el llanto de un infante, la verdad se me hizo muy normal, pensé que de algún modo mi mente ya estaba cansada. En ese momento decidí abandonar el lugar y regresar temprano, pero me fue imposible, me habían cerrado la puerta con llave, gritaba para que alguien me abriera pero no se escuchaba absolutamente nada, seguramente pensaron que ya había salido, intente mandarle un mensaje al profesor que me había autorizado, pero la realidad es que en mi escuela es muy difícil encontrar señal, así que, seguramente ese mensaje no iba a llegar.

Comenzaba a aceptar que pasaría la noche con todos esos cadáveres, se me había olvidado aquel llanto, decidí que debía descansar un rato,  pues en el lugar donde vivo nadie me esperaba por que vivo solo, así que era imposible que alguien se preocupara por mi.

Decidí que lo mejor sería descansar un rato y después intentar comunicarme con alguien para que me abriera, esa noche me fue imposible descansar volví a escuchar aquel llanto fui a revisar de donde provenía y no encontré absolutamente nada, me percate que había el cuerpo de un menor, que seguramente había llegado ese mismo día, y estaba en el procedimiento que llevan acabo los cuerpos para que duren mas, lo quise analizar un poco pero en ese momento se fue la luz, todas mis esperanzas de que alguien llegara a mi rescate se habían terminado, y no solo eso comencé a escuchar ruidos que me hacían prensar que no estaba solo, la verdad yo no creía en fantasmas ni en almas, no creía en absolutamente nada de esas cosas, me parecía algo muy irreal, aquel cuerpo seguramente le pertenecía a un niño de la calle, por el tipo de marcas que tenia, las fracturas que presentaba en distintas zonas del cuerpo, debió haber sufrido un atropellamiento, me dio mucha lastima, pues no podía entender como un niño estaba tan desprotegido, sin familia, sin nadie que reclamase su cuerpo, sentía mucho miedo, cada vez odiaba mas estar en ese lugar, tan solo esperaba a que amaneciera para poder salir, me fui a sentar y me quede profundamente dormido.

Esa noche desperté 4 veces pues tenía una pesadilla que no me dejaba dormir: soñaba que aquel niño se levantaba diciéndome «Mañana ya voy a salir de aquí y podré ir a jugar», entonces desperté desesperado. No podía ver absolutamente nada (la oscuridad no me dejaba distinguir nada), sentía que ese sueño era muy real, así que no quería quedarme dormido, pero era imposible… estaba muy cansado.

Al despertar me preguntaron si estaba bien. Era una persona de intendencia, me dijo que me tenía que salir, que no podía estar ahí, entonces le comenté que me había quedado encerrado; No quise dar mas explicaciones, simplemente salí.

Regresé a casa y dormí toda la mañana. En la tarde regresé a la escuela, entonces algo en mi me decía que tenía que investigar mas sobre aquel niño. Al entrar a el lugar donde tienen los cadáveres, me percaté de que su cadáver no estaba. Le pregunté al personal si sabía que había pasado con  el cuerpo; ellos me respondieron que desconocían la existencia de un cuerpo con tales características; yo insistí pero fue inútil el: cadáver había desaparecido.

Realmente nunca supe si el cuerpo existió, quizá solo fue un sueño mio, o una mala jugada de mi mente. Lo cierto es que no pude olvidar nunca a aquel cuerpo que estoy seguro yo mismo revise, quizá solo en mis sueños. Habían pasado solo dos semanas de aquel suceso cuando un cuerpo con las mismas características llegó a mi, entonces dije: les puedo asegurar que ese cuerpo yo ya lo había visto antes.