Mi experiencia…

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Hace unos seis años, en ese momento tenia unos ocho años, vivíamos con mi familia en una gran casa. Tenia un gran living, con una parte con una especie de “techo de vidrio”, una cocina con desayunador, un gigantesco baño con una llamativa bañera (es de lo que mas me acuerdo) y espaciosas habitaciones. De las cuales una yo compartía con mi hermana, ella en ese momento constaba apenas de unos 3 años.
Ni bien subí por las escaleras (era en planta alta) sentía que alguien me perseguía, e inclusive en varias ocasiones en las que me encontraba sola en el living, sentía que alguien subía por ellas, pudiendo abrir la puerta y comprobando que no había nadie.
Cabe aclarar que estos fueron los primeros incidentes, las presencias se fueron haciendo cada vez mayor para todos en mi hogar, pero por algún motivo a mi era a la que más afectaba. Podía sentir que me observaban y en contadas oportunidades yo me despertaba muy asustada porque sentía una horripilante respiración fría en mi cara.
Lo que yo les vengo a relatar, es uno de los sucesos que mas logro perturbarme en el tiempo que vivid allí…
Mi cama quedaba al lado de la de mi hermana separada por una pequeña mesita de luz, el respaldar de esta no lograba tocar la pared (había un espacio bastante grande entre pared- cama). Todas las noches, entre las 3 y 5 de la madrugada yo podía ver una sombra (así como la de un chico) que se podía ver en la pared que estaba enfrente de las camas, esta sombra se movía de un lado a otra libre, se agrandaba y achicaba, daba la impresión de que se alejaba o acercaba .Nunca tuve el coraje de darme la vuelta (hacia el respaldar) porque podía sentir su respiración que se hacia cada vez mas intensa, por lo que yo, con ocho años, solamente lloraba hasta dormirme.
Un día (ya habiendo transcurrido varios meses), ya no vivíamos en aquella casa, mi hermana y yo tocamos el tema “de la casa” y yo le comente esto que me pasaba cada noche… a lo que ella me dijo “ no se porque te asustaste, esa sombra era un ángel, un ángel que me visitaba todas las noches y hablaba conmigo, era chistoso porque se parecía mucho a mama y le gustaba sonreír todo el tiempo”. Estas fueron las exactas palabras de mi hermana, que ya tenia sus 5 años.

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