Mi experiencia paranormal ni siquiera da miedo, al contrario, fue una sensación que me gustaría volver a tener.
La persona que más he amado en toda mi vida es mi abuelita a pesar de que murió cuando yo iba a cumplir apenas 6 años y mi hermana quien apenas tiene recuerdos vagos de ella tenía 4, no obstante yo si la tengo muy presente aún a mis 26 años.
Cuando mi hermana y yo nos acercábamos a la adolescencia mi mamá nos comentaba que nuestra abuelita quería vivir hasta que las dos cumpliéramos los XV años y eso me hacía sentir mal pues a mi también me hubiera gustado tenerla más tiempo.
Aquí es donde comienza la historia: Fue en una noche de verano; hacía demasiado calor como para apagar el aire acondicionado, en ese entonces compartía una litera con mi hermana que dormía en la cama de arriba pero el aire pegaba directo a su cama y como siempre ha sido muy inquieta para dormir en la madrugada se le cayeron las cobijas al suelo y me dio mucha flojera levantárselas pero al poco rato se empezó a poner frío el cuarto, apenas me iba a levantar a recoger las cobijas cuando escuche que alguien muy sigilosamente abrió la puerta, yo tenía los ojos entre abiertos y pensé que era mi mamá así que me volteé al otro lado para seguir durmiendo pero seguí escuchando que quien había entrado levantó las cobijas, se subió a mi cama, tapo a mi hermana y en silencio volvió a salir. A la mañana siguiente cuando mi hermana preguntó quién la había tapado, le respondí que mi mamá pero cuando fue a preguntarle a mi mamá ni se dio por enterada de lo sucedido, en eso me quedé viendo la fotografía de mi abuelita colgada a la altura de la cama de mi hermana y de pura broma comenté que ella había sido quien la tapo en la noche.
Dos años después mi hermana y yo nos hicimos amigos de dos muchachos que no eran tan buena influencia para nosotras pero como buena adolescente no hicimos caso y para el cumpleaños de mi hermana los invitamos a la casa a comer pizza, como mis papás no querían a estos chicos se fueron al cine para no verlos; apagamos las luces y nos pusimos a ver películas, pasando un buen rato uno de nuestros amigos se quedó muy serio viendo al pasillo que da a las recamaras y nos grito asustado «Hay alguien en el pasillo» me fui a asomar y no vi nada pero él seguía asegurando que clarito vio la silueta de una mujer y de broma mi hermana sacó la anécdota de mi abuelita de dos años y otras experiencias más que no recuerdo por el momento a lo que el muchacho aterrado salió corriendo de mi casa y jamás volvió a pararse ahí. Mucho tiempo después, creo que cuando mi hermana se fue a vivir a Aguascalientes, en una de sus vacaciones nos pusimos a platicar del asunto fuera de broma, llegamos a la conclusión (sobre todo por lo que mi mamá decía) de que tal vez mi abuelita SÍ nos había estado cuidando todo ese tiempo ya que la primera vez que se nos apareció fue como ya dije una noche de verano, exactamente un mes antes de que yo cumpliera 16 y la última vez que se nos apareció fue exactamente una hora antes de que mi hermana cumpliera 16 años.