La segunda historia es la más corta, cuando dormía, en este entonces no tenía lámpara lo que si recuerdo es que estaba más chico y creo que fue en la tarde-noche a eso en lo que el sol empieza a ocultarse.
Yo cuando tengo calor suelo dormir tocando la pared, es una manía que he tenido desde pequeño.
Ese día estaba dormido y recuerdo haber despertado pero no podía mover mi cuerpo no abrir los ojos.
Fue como si alguien telepáticamente me hablara y en mi mente se escuchará » hola, ¿quieres ser mi amigo?» O algo similar.
De pequeño veía programas como una pequeña serie de la momia en la que el protagonista era un niño, de ahí mi afición a querer ser protagonista en algún sentido con algún poder o algo por el estilo.
Siendo sincero estaba muerto de miedo y quería decir que no, pero a la ves sentía curiosidad y quería decir que si.
Mi familia siempre cuando era joven me llevaban a misa, lo cual lo único que sabía era el padre nuestro.
Como lo único que se me ocurrió fue rezar porque lo máximo que podía titubear era un «n….n…n»
Rece y en cuanto me calme dije vete, en ese instante abrí mis ojos, me pude mover y me fui corriendo con mis papás que iban llegando del supermercado.
Me gustaría saber exactamente si a alguien le paso algo similar y si ese alguien dio un «si» al «¿quieres ser mi amigo?»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La moderación de comentarios está activada. Su comentario podría tardar cierto tiempo en aparecer.